Cada año nos ofrece la oportunidad de aprender algo nuevo, sobre todo, si durante ese año se han sucedido diversas catástrofes naturales y se ha hecho frente a una pandemia. Precisamente, la llegada del coronavirus a nuestras vidas nos ha enseñado que no hay nada más importante que la salud, y es por eso que el 80% de los proveedores de atención médica pretendan impulsar sus inversiones en Tecnologías de la Información (TI) para la salud en la próxima década.
Por su parte, más del 50% de los pacientes se mostrarán interesados en confiar en las soluciones de telesalud, la razón por la cual desde Redsys Salud hemos invertido todos nuestros esfuerzos en ofrecer el mejor servicio de videoconsulta y receta electrónica.
Es una realidad que esta situación ha provocado una preocupación por adaptarse a los nuevos tiempos a fin de estar preparados para lo que venga. La pregunta es, ¿qué tecnologías serán tendencia el próximo año?
Internet de artículos médicos (IoMT).
Es el conjunto de dispositivos y aplicaciones médicas que se conectan a sistemas TI de atención médica a través de redes informáticas en línea, que permitirán que los médicos puedan estar en contacto con sus pacientes en todo momento y desde cualquier lugar.
Monitorización remota de pacientes (RPM).
Se trata de analizar la rutina de los pacientes a través del uso de diversos servicios de telesalud, como las terapias o consultas en línea, con el objetivo de detectar a tiempo posibles enfermedades y que los profesionales de medicina puedan tomar las medidas necesarias para curarles. La RPM ayuda a las empresas médicas a reducir los gastos de tiempo y dinero.
Realidad aumentada.
Una innovadora tecnología que podrá mejorar la precisión de varios procedimientos al permitir, por ejemplo, que los médicos reciban instrucciones durante las operaciones a través de una pantalla que proyecte los dedos de un cirujano especializado. Las herramientas de realidad aumentada también contemplan gafas inteligentes, instrumentos dentales o sensores en venas.
Realidad virtual.
Esta tecnología mejora una gran variedad de tareas hospitalarias, tanto en las consultas como a nivel digital. Por ejemplo, puede emplearse en la formación quirúrgica o para enseñar determinadas lecciones a los estudiantes clínicos a través de la simulación de casos reales o la recreación de experiencias hospitalarias.
Big Data.
El Big Data quizá sea la herramienta más útil para maximizar la productividad de los sistemas de telemedicina. Gracias al análisis de macrodatos, es posible recopilar, analizar y evaluar enormes cantidades de información, lo que facilita enormemente el tratamiento de los historiales clínicos de los pacientes.
Inteligencia Artificial.
Se trata de una combinación perfecta de algoritmos que permite crear máquinas con las mismas habilidades que los seres humanos, de modo que puedan llegar a detectar los síntomas que presentan los pacientes y recetarles un tratamiento teniendo en cuenta su edad, estado físico, alergias o cualquier otra característica que pudiera condicionarlo. Una tecnología así no solo aumentaría la productividad del servicio de atención médica, también podría llegar a obtener mejores resultados.
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